jueves, 31 de julio de 2014


Literatura griega antigua (anterior al 300 a. C.)




Artículo principal: Literatura griega antigua
Griego clásico


Busto doble de Homero y Menandro. Copia romana de un original griego perdido.
La literatura griega clásica comprende aquella literatura escrita en griego antiguo desde los más antiguos vestigios escritos en idioma griego hasta el siglo IV y el auge del Imperio bizantino.

Comienzos de la literatura griega

Homero, autor de la Ilíada y la Odisea. Se le han atribuido además una serie de Himnos, la Batracomiomaquia y El Margites.
Hesíodo (Hacia la segunda mitad del siglo VIII a. C.): Trabajos y días, poema didáctico; Teogonía, exposición de la genealogía de los dioses griegos, El escudo de Heracles.





Poesía lírica

Nace entre los siglos VII y VIII a. C. Los eruditos alejandrinos hablan del canon de los Nueve poetas líricos como de algo ya establecido: Alcmán de Esparta, Safo, Alceo de Mitilene, Anacreonte, Estesícoro, Íbico, Simónides de Ceos, Píndaro y Baquílides. Pero la nómina es mucho más amplia:

Calino, el más antiguo de los elegíacos griegos.
Alcmán (en torno al 630 a. C.), autor de los partenios.
Arquíloco (712 – circa 664 a. C.), que perfeccionó el verso del yambo, que se usaba para la crítica satírica.
Safo (c. 650 – 580 a. C.), con su Oda a Afrodita y Al amado.
Tirteo (siglo VII a. C.), autor de Elegías dedicadas a los combatientes en la segunda guerra de Mesenia.
Mimnermo de Colofón, del siglo VII a. C.
Alceo de Mitilene (c. Años 630 a. C. – cerca 580 a. C.).
Anacreonte (572 - 485 a. C.), cantor de los placeres de la mesa, el vino y el amor.
Píndaro (518 - 438 a. C.), autor de Epinicios sobre los vencedores de los juegos griegos, divididos en cuatro series: Olímpicas, Píticas, Ístmicas y Nemeas.
Jenófanes, poeta filosófico.
Focílides, poeta gnomónico o sapiencial.
Teognis, cantor de la vida aristocrática.
Solón, el legislador, quien también escribió poesía moral.
Simónides de Ceos, autor de lírica coral, quien afirmaba que "la poesía es pintura que habla y la pintura poesía muda",
Baquílides, autor de himnos a los dioses y epinicios
Íbico, cantor de amores homosexuales.
Estesícoro, el poeta de los mitos.


Tragedia y comedia antigua




Artículo principal: Tragedia griega


Odeón de Mesene.
En el siglo V, era clásica, surge el drama a partir de los misterios dionisíacos. De los centenares de tragedias escritas e interpretadas durante la época clásica, sólo ha sobrevivido un número limitado de obras:

Esquilo (525 a. C.-456 a. C.), considerado creador de la tragedia. Obras: Los persas, Los siete contra Tebas, Las suplicantes y la trilogía La Orestíada (Agamenón, Las Coéforas, Las Euménides).
Sófocles (495-406 a. C.), limitó el coro, aumentó a tres los actores, con lo que dio mayores posibilidades al diálogo. Se conservan siete tragedias completas: Antígona, Edipo Rey, Áyax, Las Traquinias, Filoctetes, Edipo en Colono y Electra.
Eurípides (485-406 a. C.). Gran penetración psicológica de los personajes. Obras: Alcestis, Medea, Heraclidas, Hipólito, Andrómaca, Hécuba, Suplicantes, Electra, Heracles, Troyanas, Ifigenia en Táuride, Ion, Helena, Fenicias, Orestes, Las Bacantes e Ifigenia en Áulide.
Igualmente, la comedia antigua surgió del culto a Dioniso, pero en este caso las obras estaban llenas de una franca obscenidad, abusos e injurias. Autor destacado fue:

Aristófanes (444-385 a. C.). Aristócrata, ataca la charlatanería, tanto filosófica como política. Los caballeros, Las nubes (contra los filósofos), Las avispas, Las aves, Lisístrata (contra la guerra), Las ranas, La asamblea de las mujeres.

Historia

Artículo principal: Historiografía griega


Busto de Heródoto. Copia romana de un original griego perdido.
Dos de los más influyentes historiadores que florecieron durante la era clásica griega:

Heródoto (484-425 a. C.). Cicerón lo llamó el padre de la historia. Escribió Los nueve libros de historia.
Tucídides (c.460–c. 396 a. C.). General (strategos) durante la guerra del Peloponeso y autor de la Historia de la Guerra del Peloponeso.
Un tercer historiador, Jenofonte (431–354 a. C.), comenzó sus Helénicas donde Tucídides había cesado su narración de la guerra del Peloponeso (alrededor del 411 a. C.), y prosiguió la historia hasta el 362 a. C.. Otras obras suyas son Apología de Sócrates y Ciropedia o Educación de Ciro. Su obra más conocida es la Anábasis: Jenofonte acompañó con un ejército mercenario al príncipe persa Ciro el Joven contra Artajerjes II. Tras la derrota de Cunaxa, dirigió la retirada de los Diez Mil.

Prosa

Los mayores logros en la prosa del siglo IV a. C. se producen en la filosofía. Entre todos los filósofos, sobresalen tres nombres: Sócrates (470-399 a. C.), Platón (427-347 a. C.), y Aristóteles (384-322 a. C.).

Surgen entonces los grandes oradores:

Isócrates (436-338 a. C.). Fue discípulo de Sócrates. Partidario de la unión nacional frente a los persas. 21 discursos y 9 epístolas.
Iseo (390-340 a. C.). Maestro de Demóstenes.
Esquines (389-314 a. C.). Apoyó la alianza de Atenas con Filipo II de Macedonia para crear un imperio griego contra los persas. Rival de Demóstenes. Contra Ctesifonte, Contra Timarco, De la embajada.
Lisias, (458 a. C. - 380 a. C.), maestro de la oratoria judicial.
Demóstenes (384-322 a. C.) Enemigo de Filipo II de Macedonia, contra él dirigió sus Olínticas y Filípicas. Cuando el general macedonio Antípatros tomó Atenas, huyó a la isla de Calauria, donde se suicidó.

Helenismo

Artículo principal: Literatura helenística

En 338 a. C. todas las ciudades estado griegas excepto Esparta habían sido conquistadas por Filipo II de Macedonia. El hijo de Filipo, Alejandro Magno, extendió enormemente el territorio conquistado por su padre. La ciudad de Alejandría en el norte de Egipto se convirtió, desde el siglo III a. C., en el centro destacado de la cultura griega.




Poesía griega tardía

Floreció durante el siglo III a. C.:

Teócrito (c. 310–c. 260 a. C.) con su poesía bucólica o pastoril representada por los 39 Idilios; Epigramas.
Sus discípulos Bión y Mosco.
Calímaco (310-240 a. C.).
Apolonio de Rodas (295-215 a. C.).

Otros géneros

Columna en caracteres unciales del texto de Esdras de la Septuaginta.
Timeo de Tauromenio (c. 350–c. 260 a. C.). Historiador griego nacido en Sicilia.
Menandro (342-292 a. C.) representa la comedia nueva. Fue muy imitado por Plauto y Terencio. Sólo se conserva íntegra  El misántropo.
Eratóstenes (276-194 a. C.). Escribió sobre astronomía y geografía, pero su obra se conoce sobre todo por resúmenes posteriores.
Aristarco de Samotracia (c. 216-145 a. C.), gramático y filólogo. Fue director de la Biblioteca de Alejandría. Destaca por la anotación y corrección de los poemas homéricos.
Luciano (125-181) representa el diálogo de carácter satírico. Diálogos de los dioses, Diálogos de los muertos, Diálogos de las cortesanas. Cuento: El asno.
Una de las más valiosas contribuciones del período helenístico fue la traducción del Antiguo Testamento al griego. Su redacción se llevó a cabo entre los años 250 y 150 a. C., en Alejandría. Se la llama Septuaginta. Este nombre de Setenta se debe a que la tradición judía, recogida en la atribuye su traducción a 72 sabios judíos (seis de cada tribu) en 72 días.


Época romana (146 a. C. - 395 d. C.)




En 146 a. C. Roma conquista Grecia y la convierte en una provincia del Imperio romano primero y del Imperio Romano de Oriente después.

Historiadores

Los historiadores más significativos de la época posterior a Alejandro el Grande fueron:

Polibio (200-118 a. C.).
Diodoro de Sicilia o Diodoro Sículo (siglo I a. C.). Escribió Bibliotheca Historica, en 40 volúmenes.


Manuscrito bizantino del siglo XII en el que está escrito el juramento hipocrático en forma de cruz. Biblioteca Vaticana.
Dionisio de Halicarnaso (fallecido hacia el 7 a. C.). Antigüedades romanas.
Apiano (mediados del siglo II).
Plutarco (c. 46-c. 120). Vidas paralelas.
Flavio Arriano (c. 95-175). Anábasis de Alejandro Magno.

Novela bizantina


Artículo principal: Novela bizantina

Se desarrolló durantes los siglos II y III, aunque la datación exacta de las obras es controvertida.

Caritón de Afrodisias. Quéreas y Calirroe. Se considera la primera de las conservadas.
Heliodoro de Émesa (principios del siglo III). Iniciador de la novela bizantina, de amores y aventuras, con las Etiópicas o Teágenes y Cariclea.
Longo. Dafnis y Cloe. Es la más conocida y editada de estas novelas.
Jenofonte de Éfeso. Efesíacas o Habrómes y Antia.
Aquiles Tacio. ( c. siglo III). Leucipa y Clitofonte.




Otros géneros


El médico Galeno (131-201) es el personaje más significativo de la Medicina antigua después de Hipócrates, que estableció las bases de la medicina en el siglo V a. C.
Barthes: la literatura como práctica de escritura






Para Barthes la literatura no es un corpus de obras, ni tampoco una categoría intelectual, sino una práctica de escritura. Como escritura o como texto, la literatura se encuentra fuera del poder porque en ella se está produciendo un desplazamiento de la lengua, en la cual surten efecto tres potencias: Mathesis, Mímesis, Semiosis.1 Como la literatura es una suma de saberes, cada saber tiene un lugar indirecto que hace posible un diálogo con su tiempo. Como en la ciencia, en cuyos intersticios trabaja la literatura, siempre retrasada o adelantada con respecto a ella: “La ciencia es vasta, la vida es sutil, y para corregir esta distancia es que nos interesa la literatura.” Por otra parte el saber que moviliza la literatura no es completo ni final. La literatura sólo dice que sabe de algo, es la gran argamasa del lenguaje, donde se reproduce la diversidad de sociolectos constituyendo un lenguaje límite o grado cero, logrando de la literatura, del ejercicio de escritura, una reflexibilidad infinita, un actuar de signos.















¿Que es la literatura?

La literatura es el arte que utiliza como instrumento la palabra. Por extensión, se refiere también al conjunto de producciones literarias de una nación, de una época o incluso de un género (la literatura griega, la literatura del siglo XVIII, la literatura fantástica, etc.) y al conjunto de obras que versan sobre un arte o una ciencia (literatura médica, literatura jurídica, etc). Es estudiada por la teoría literaria.

La literatura





En el siglo XVII, lo que hoy denominamos «literatura» se designaba como poesía o elocuencia. Durante el Siglo de Oro español, por poesía se entendía cualquier invención literaria, perteneciente a cualquier género y no necesariamente en verso. A comienzos del siglo XVIII se comenzó a emplear la palabra «literatura» para referirse a un conjunto de actividades que utilizaban la escritura como medio de expresión. A mediados de la misma centuria Lessing, publica Briefe die neueste Literatur betreffend, donde se utiliza «literatura» para referirse a un conjunto de obras literarias. A finales del siglo XVIII, el significado del término literatura se especializa, restringiéndose a las obras literarias de reconocida calidad estética. Este concepto se puede encontrar en la obra de Marmontel, Eléments de littérature (1787), y en la obra de Mme. De Staël, De la littérature considéré dans se rapports avec les institutions sociales. En Inglaterra, en el siglo XVIII, la palabra «literatura» no se refería solamente a los escritos de carácter creativo e imaginativo, sino que abarcaba el conjunto de escritos producidos por las clases instruidas: cabían en ella desde la filosofía a los ensayos, pasando por las cartas y la poesía. Se trataba de una sociedad en la que la novela tenía mala reputación, y se cuestionaba si debía pertenecer a la literatura. Por eso Eagleton sugiere que los criterios para definir el corpus literario en la Inglaterra del siglo XVIII eran ideológicos, circunscritos a los valores y a los gustos de una clase instruida. No se admitían las baladas callejeras ni los romances, ni las obras dramáticas. En las últimas décadas del siglo XVIII apareció una nueva demarcación del discurso de la sociedad inglesa. Eagleton nos cuenta que surge la palabra «poesía» como un producto de la creatividad humana en oposición a la ideología utilitaria del inicio de la era industrial. Tal definición la encontramos en la obra Defensa of poetry (1821) de Shelley. En la Inglaterra del Romanticismo, el término «literato» era sinónimo de «visionario» o «creativo». Pero no dejaba de tener tintes ideológicos, como en el caso de Blake y Shelley, para quienes se transformó en ideario político, cuya misión era transformar la sociedad mediante los valores que encarnaban en el arte. En cuanto a los escritos en prosa, no tenían la fuerza o el arraigo de la poesía; la sociedad los consideraba como una producción vulgar carente de inspiración.


El término literatura y sus adjetivos

Castagnino, en su libro ¿Qué es la literatura?, indaga sobre el concepto y cómo se extiende a realidades como la escritura, la historia, la didáctica, la oratoria y la crítica. Según Castagnino, la palabra literatura adquiere a veces el valor de nombre colectivo cuando denomina el conjunto de producciones de una nación, época o corriente; o bien es una teoría o una reflexión sobre la obra literaria; o es la suma de conocimientos adquiridos mediante el estudio de las producciones literarias. Otros conceptos, como el de Verlaine, apuntan a la literatura como algo superfluo y acartonado, necesario para la creación estética pura. Posteriormente, Claude Mauriac propuso el término "aliteratura" en contraposición a «literatura» en el sentido despectivo que le daba Verlaine. Todas estas especificaciones hacen de la literatura una propuesta que depende de la perspectiva desde la que se enfoque. Así, Castagnino concluye que los intentos de delimitar el significado de «literatura», más que una definición, constituyen una suma de adjetivaciones limitadoras y específicas.

Si se considera la literatura de acuerdo con su extensión y su contenido, la literatura podría ser universal, si abarca la obra de todos los tiempos y lugares; si se limita a las obras literarias de una nación en particular, es Literatura nacional. Las producciones, generalmente escritas, de un autor individual, que por tener conciencia de autor, de creador de un texto literario, suele firmar su obra, forman parte de la literatura culta, mientras que las producciones anónimas fruto de la colectividad y de transmisión oral, en ocasiones recogidas posteriormente por escrito, conforman el corpus de la literatura popular o tradicional.

Según el objeto, la literatura será preceptiva si busca normas y principios generales; histórico–crítica si el enfoque de su estudio es genealógico; comparada, si se atiende simultáneamente al examen de obras de diferentes autores, épocas, temáticas o contextos históricos, geográficos y culturales; comprometida si adopta posiciones militantes frente a la sociedad o el estado; pura si sólo se propone como un objeto estético; ancilar, si su finalidad no es el placer estético sino que está al servicio de intereses extraliterarios.

Según los medios expresivos y procedimientos, Castagnino propone que la literatura tiene como formas de expresión el verso y la prosa y sus realizaciones se manifiestan en géneros literarios, universales que se encuentran, más o menos desarrollados, en cualquier cultura; lírico, épico y dramático. Manifestaciones Líricas son aquellas que expresan sentimientos personales; Épicas, las que se constituyen en expresión de un sentimiento colectivo manifestado mediante modos narrativos, y Dramáticas, las que objetivan los sentimientos y los problemas individuales comunicándolos a través de un diálogo directo. A estos géneros literarios clásicos habría que añadir además el género didáctico. El fenómeno literario ha estado siempre en constante evolución y transformación, de tal modo que el criterio de pertenencia o no de una obra a la literatura puede variar a lo largo de la historia, al variar el concepto de “arte literario”.